Roza las tortuosas curvas,
el veneno escapa del cuerpo.
Exhala la bocanada densa
de vapor caliente que llena
que vacia, quita, toma, mata.
Por esas dos lineas carnosas,
con vida que se oxida cada vez,
pasa el humo enfermo
para suplantar el aire que cura.
Se pierde un minuto
se vive el momento.
Mira como se desvanece
esa nube gris que se expande
hasta ser una con el entorno.
Y ya no esta mas ...
Dejando asi la duda de si
alguna vez estuvo
fundiendose en su ser.
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