27 septiembre, 2010

Impotencia

Una ráfaga de calor agobiante, una especie de ácido que invade mi cuerpo, mi mente iracunda en un blanco sucio, podrido.
Mi vista se nubla con lágrimas incandescentes que perfilan una mirada sagaz, fría, calculadora, cuando en realidad por dentro me derrumbo. El dolor, dolor que se siente crónico, tan cruel él, sin piedad alguna .. Él, si él.. tan pero tan cruel.

No entiendo.
No me merezco esto, no hice nada.

Y vos, ahí, indiferente a mis palabras y reclamos, a mi.
Vos, piedra.
Vos, inútil.
Vos, insufrible.
Vos, cuasi ajeno.

Es verdad, no se quien sos.

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