Persecuciones incesantes, que buscan no atraparse, meramente rozarse, solo para sentir ese instante y nada mas. Perderse en ese momento en que ambos nos conectamos.
Con mis dedos voy dibujando mientras vos pintas, rellenas los contornos fríos con tu inconsecuencia.
Por fin lo logro y te agarro, no te pienso soltar. Vos, rendido, seguís pintando sobre mi piel avejentada cuadros de esperanza. Me haces sonreír.
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