Yo lo veo, siempre, en todos lados. Yo lo siento conmigo cada vez que me dejo llevar. No hablo de placer, mucho menos de pecados, es solo un ser magnánimo que ríe a carcajadas cuando lo invoco.
Si tan solo lo vieras como yo lo veo, si pudieras entender. Soñamos despiertos cada vez que nos acercamos, pues es solo fabulación, es solo mito. Lo conciso, lo real, es su mano agarrándome del brazo y llevándome a las tinieblas.
Lo conciso, lo real, es tu voz en la madrugada, disipando todo lo siniestro de la noche, tal vez soñada?
El diablo que esgrime su risa, tu voz que me arropa, ya lejana.
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