14 mayo, 2009

Tu Realidad Intransigente

Tu realidad intransigente
que se mezcla con la mia,
inmaterial,
que te persigue en la niebla
que te acosa en ese umbral.

Yo te dejo en libertad.
Trato de cazar, ir más allá,
sonrio en la austeridad
de tu indiferencia sagaz.

Me desvanezco de tus ojos,
arrepentimiento inoportuno,
y así me derrumbo, sollozos
del anhelo insípido e inepto.

Realidad:
Si te soltara vos te irías.
Si me alejara vos agradecerías.
Si desparecieria, sonreirías.
Si muriera, me desvanecería de ti.

Entonces...
Dejarte caer en el pozo más profundo
del recuerdo insulso, casi irreal,
de la soledad confortante, fuego
de lo oscuro, de la tan soñada libertad.
Inexistente.

Porque me até a tus sonrisas,
porque soñé lo irrealizable,
porque lloré lo prohibido
y me descarrié del camino.

No soy yo la que te habla;
no sonrio ni lloro más,
solo funciono a cuerda
(muñequita, te romperás!)

Estos ojos sé que te miraron,
estas manos quisieron trascender;
mis caricias obsoletas
que juraron podrían corromper.
Ahora son de vidrio miel
son mentiras, otras más que no saqué,
son sonrisas en caras de porcelana,
abrazos fríos en una cruda mañana.

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