11 junio, 2009

Cambiamos?

Yo sería una joven de unos 13 u 14 años. Imagínense, super insegura, tratando de encajar lo mejor posible, recién conociendo el mundo masculino grande y todas sus vueltas. Como fuera, el tema era que con mi grupo de amigas del barrio nos empezamos a juntar con un grupo de chicos unos dos o tres años más grandes. Ah! No! Era LA LOCURA, la emoción.
Como siempre, se fueron estableciendo como rituales o ritos, digamos, costumbres nuestras que nos hacían un grupo. Entre ellas, estaba el hábito de cambiar bufandas cuando veíamos que el día se iba haciendo noche. Para esto, hacía muy poco tiempo mi abuela, que cuando se trata de mi no sabe donde mierda esta parada, me había regalado una bufanda marron con hilos de colores (como para no contrastar mucho con mi onda, que era/es bastante low key, pero al mismo tiempo ponerle mas onda de "señorita"). A mi me gustó y bufanda no tenía así que la empece a usar. En oposición a mi falta de buen gusto, y el de mi abuela, estaban mis amigas, que eran lo más top y fashion, con madres super copadas e interesadas en la moda, que las vestían divino y les compraban ropa zarpada (a esta altura yo ya me vestía sola y a mi vieja basicamente le chupaba un huevo que mi único pantalón usable fuera uno de buzo turquesa... fuerte) sin descuidar ningún detalle, sobretodo el de la bufanda. Entonces ahí me encontraba, todas las tardes, esperando a que alguien quiera cambiar su bufanda conmigo, viendo como todos intercambiaban bufandas, y yo paradita, mirando la mía, sin comprender que tenía de malo. Si, no ayudó mucho a mi autoestima.

Hace unos días la encontré en el fondo del placard... no es tan terrible y perdí mi pañuelo-amor-de-mi-vida (lo más pior que puede pasar). Ya esta, ya lo superé y sí, ando por la calle con la bufanda ridícula !!! Ya soy grande y no necesito cambiar con nadie, JA!

o no?...

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